viernes, 20 de abril de 2007

PELICULA: "LAS LLAVES DE CASA"

Dirección: Gianni Amelio.Países: Italia, Francia y Alemania.Año: 2004.Duración: 105 min.Género: Drama.Interpretación: Kim Rossi Stuart (Gianni), Charlotte Rampling (Nicole), Andrea Rossi (Paolo), Alla Faerovich (Nadine), Pierfrancesco Favino (Alberto), Michael Weiss (Andreas), Barbara Koster-Chari (Enfermera), Anita Bardeleben (Doctora), Bernd Weikert (Policía), Thorsten Schwarz (Enfermero).Guión: Gianni Amelio Sandro Petraglia y Stefano Rulli; basado en la novela "Nacido dos veces" de Giuseppe Pontiggia.Producción: Elda Ferri y Enzo Porcelli.Música: Franco Piersanti.Fotografía: Luca Bigazzi.Montaje: Simona Paggi.Diseño de producción: Giancarlo Basili.Vestuario: Piero Tosi y Cristina Francioni.Estreno en Italia: 10 Septiembre 2004.Estreno en España: 7 Octubre 2005.

SINOPSIS

Víctima de un parto traumático, Paolo tiene una minusvalía física y mental, y debe viajar a un hospital especial en Berlín para seguir su rehabilitación. Gianni (Kim Rossi Stuart), que acompaña al muchacho a Berlín con la espe-ranza de conocer al hijo que una vez abandonó, se topa con Nicole (Charlotte Rampling), una mujer de carácter que ha dedicado su vi-da por completo al cuidado de su hija, también discapacitada. A través de sus conversaciones, Nicole ayuda a Gianni a superar la culpa de haber abandonado a Polo. Esta epifanía desemboca en una inesperada y frágil felicidad entre padre e hijo, que acabarán descubriéndose el uno al otro en un lugar lejos de casa.

Se trata de un largometraje que narra otro punto de vista de la deprivación física. La historia trata de un niño (Paolo) que es deficiente físico, aunque mentalmente posee una gran creatividad, imaginación y lucidez que vive con sus tíos desde que nació. La madre tuvo complicaciones en el parto y a causa de ello el hijo quedó dañado físicamente, mientras que ella murió. El padre siempre se echó la culpa de lo sucedido y de alguna manera no perdonaba a su hijo lo que había ocurrido, por lo que lo abandonó con sus tíos tras nacer. Al cabo de 15 años intentó recuperar el tiempo perdido con su hijo y se dio cuenta de lo mucho que significaba para él.

Durante un tiempo intentó ayudar a su hijo con una rehabilitación física en un complejo hospitalario alemán de mucho renombre a nivel mundial. Los métodos utilizados eran muy severos y estrictos, en el sentido de que todo el tratamiento en que debía consistir la rehabilitación estaba prefijado en un protocolo y se seguía al pié de la letra. Era como una especie de entrenamiento casi para deportistas de élite, donde lo único que se buscaba era el resultado físico, la integración se buscaba a partir de una mejoría exclusivamente física, la parte afectiva era desechada en el tratamiento. Sin embargo, el tratamiento no dio los resultados que se esperaban de él porque físicamente el niño realizaba los ejercicios que les eran mandados, pero los hacía sin agrado y presionado porque prácticamente eran impuestos e imperaba más el protocolo que el trato humano. El padre también se dio cuenta de esto y él mismo abandonó este tratamiento para su hijo.

Si trasladamos este tratamiento a la escuela podríamos considerarlo como una crítica a la integración centrada en modelos de intervención sectorial (donde se utilizan programas específicos e individualizados para él, eliminando las relaciones del proceso integrador) al modelo del déficit (ya que es considerado que este muchacho posee unas necesidades educativas especiales por poseer deficiencias biológicas y psicológicas). Ambas posturas son reduccionistas del problema en sí e incompletas, en el sentido de que se establece un protocolo de trabajo con el muchacho, independiente de sus necesidades sociales y personales (no se tiene en cuenta la opinión del muchacho, sus necesidades afectivas, sus inquietudes, etc.).

El padre, al ver que el tratamiento no era aceptado por el hijo y, además, que él mismo estaba notando que no era lo que el propio hijo necesitaba abandona el tratamiento y decide llevar al hijo a los países nórdicos para que pueda visitar a una muchacha que conoció en internet y que tenía ganas de conocer; opta por empezar el tratamiento dando a su hijo el mayor afecto posible y respetando todas las inquietudes del niño. Con gran sorpresa, además de mejorar el estado de ánimo de su hijo, empieza a andar, incluso sin muleta, con lo que mejora en todos los aspectos, físicos y psicológicos.

Esta manera de entender el tratamiento por parte del padre, trasladado a la escuela, hace referencia a una educación centrada en la institución y en el emplazamiento del niño (su hijo interacciona con gente “normal” y se busca empezar la integración a partir del contacto físico con ellos, empezando por el propio padre) y en un modelo de educación especial curricular (el mismo padre, antes de empezar su relación personal con su hijo tenía una concepción simplista y segregadora del mismo, empezando a cambiar al compartir con él experiencias, viéndolo como uno más de los niños que existen en cualquier lugar, dándose cuenta que todo el mundo es diferente y que nadie es mejor o peor, que nadie es una carga, sino que cada persona tiene unas necesidades diferentes que la hacen única).

Es una película emotiva, que muestra las dos formas principales de entender la diversidad:

· Por un lado el pensamiento derivado de ideas más desfasadas y nada democráticas, justas ni integradoras y que se basa en pensar que la persona discapacitada debe ser tratada de forma independiente y personal y con unos métodos muy protocolarios y estrictos. Desde este punto de vista, ni se tienen en cuenta las necesidades afectivas y relacionales del niño, ni sus inquietudes, opiniones ni nada por el estilo, más bien se trata la discapacidad como una enfermedad y su “solución” tiene un marcado carácter médico.

· Por otro lado, el pensamiento derivado de nuevas corrientes más integradoras, en las que la deficiencia no es vista como tal, sino como un rasgo distintivo de diferencia con respecto a otras personas, sean “normales” o no. La idea fundamental de esta nueva corriente es que todos somos diferentes, y como tales, todos tenemos características diferenciales y unas necesidades propias en todos los ámbitos (educativo, afectivo, social, laboral, etc.).

Con respecto a la película en sí, en nuestra opinión es algo larga y un poco lenta, con lo que hay tramos de la película que se hacen un poco pesados, sin embargo, el tema sobre el que trata está bien planteado y estructurado.

Por otra parte, con respecto a las otras películas que hemos visto que trataban sobre este tema muestra un punto de vista diferente. En el caso de “Mi pié izquierdo” muestra las dificultades, en muchas ocasiones más sociales que físicas o psicológicas, que poseen las personas discapacitadas para integrarse en la sociedad (ya que en la misma película, la propia familia, al no poder hablar y casi ni moverse, lo trataban como una persona inútil por la que lo único que podían hacer por él era alimentarlo y mantenerlo con vida, nadie esperaba más de él (en un caso real, si ni tu propia familia cree en lo que puedas hacer, apaga y vámonos, ese niño trasladará su frustración y su falsa creencia de ser un inútil a todos los ámbitos como el colegio y fomentará que él mismo sea el que se automargine)) y el afán de superación de una persona discapacitada. En el caso de “Lorenzo´s Oil” se muestran diferentes formas de entender la discapacidad; por un lado la visión de los médicos, entendiéndola como una enfermedad y viendo a la persona más como un instrumento para el avance de la ciencia (como un conejillo de indias) que a la ciencia como un instrumento al servicio de la persona, con una visión protocolaria, “objetiva” e hipócrita; también muestra el punto de vista de los padres ante la pérdida inminente de su hijo y ante la “imposibilidad” de la ciencia de no poder hacer nada por la vida de su hijo. El en caso de “Las Llaves de casa” se muestra la necesidad de una integración real, en la que no se puede tratar a las personas con discapacidad de forma parcial y la importancia del aspecto afectivo para conseguir la misma.

Como opinión final, entendemos que la integración de estas personas no es tan difícil, simplemente tenemos que tratar a estas personas como lo que son, personas, respetando sus diferencias individuales y sus necesidades.


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