miércoles, 25 de abril de 2007

EDUCAR LA MIRADA...Y EL OIDO

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL ARTICULO DE J. CONTRERAS

EDUCAR LA MIRADA…Y EL OIDO

El artículo versa sobre la relación entre igualdad y diversidad desde una concepción basada en los aspectos que el autor destaca en función a su experiencia. Es una aproximación que se fundamenta en conceptos que se va nutriendose de la relación con las sensaciones que se obtiene en el aprendizaje de lo diario, de lo cotidiano y que se transforma en pensamiento reflexivo para contribuir de esta forma al debate.

El autor manifiesta la necesidad de romper con tópicos que expresan concepciones que se alimentan desde el discurso oficial de igualdad educativa. No existen dos seres iguales, por lo tanto la educación como proceso de aprendizaje tiene evitar en la medida de lo posible cualquier tentación de intentar homogeneizar las conductas educativas.

Tiene que poner en valor la cultura de lo diferente, el valor de lo diverso como principio, como un valor en si mismo no para normalizar al individuo en estereotipos aceptados o impuestos, no para integrarlo en la medida que pierda su identidad, sino para aprender tod@s desde el respeto a lo diferente, a lo diverso que permita contribuir entre todos a crear una educación basada en principios democráticos y participativos, una educación donde lo diferente no sea un problema al que hay que dar solución.

En este sentido sino somos capaces de superar la diferencia como un valor que expresa un alejamiento de la norma y que no se identifique con consideraciones negativas, estaremos estableciendo parámetros para concebir al otro, al diferente como un individuo o sujeto distinto que tiene que integrarse perdiendo su identidad. Estaremos etiquetando, creando categorías o grupos que posteriormente identificaremos a través de los diagnósticos sociales para intervenir sobre ellos no con la voluntad de conocer y comprender su realidad, sino para en el mejor de los supuestos, identificar y evitar que estas se consoliden y aumenten. Estaremos estableciendo un orden institucional en la escuela obsesionado por adaptar el proceso educativo a criterios de igualdad y homogeneidad.

Pero ante la mirada del miedo está la mirada crítica que intenta descubrir en la diversidad una verdadera fuente de riqueza educativa fruto de una sociedad diversa, diferente, plural y dinámica. De que cada uno y cada una pueda ser quien es con completa dignidad.


CONCEPTO DE IGUALDAD: la igualdad no existe, no existen dos seres iguales, por lo tanto aquellos procesos educativos que basan el desarrollo de su práctica en la igualdad están forjando una relación educativa errónea y afectando de forma inadecuada a la relación educativa y formativa. “la educación no es un problema de igualdad sino de lo adecuado para cada uno/a”.

CONCEPTO DE DIVERSIDAD: la diversidad, según el autor, es lo que existe en cualquier centro educativo, independientemente de si existen o no personas con discapacidades, problemas sociales, etc. por lo tanto, para él, la diversidad es algo positivo y enriquece más que perjudica. El autor critica la concepción de la atención a lo “diverso” cuando se intenta romper la atención a la singularidad. “la integración como filosofía significa una valoración de las diferencias humanas. No se trata de eliminar las diferencias, sino de aceptar su existencia como distintos modos de ser el individuo dentro de un contexto social, que puede ofrecer a cada uno de sus miembros las mejores condiciones de sus capacidades, poniendo a su alcance los mismos beneficios y oportunidades”. Por ello, cualquier atención a la diversidad donde se intente segregar por cualquier razón (social, étnica, retraso del aprendizaje, etc.) se concibe en una atención errónea, ya que parte del principio de que la diversidad es un problema y todas las propuestas educativas que nazcan de ahí serán más segregadoras que integradoras.

CONCEPTO DE DIFERENTE: explícitamente viene delimitado en su concepción de diversidad y de igualdad. La sociedad propone como patrón de “normalidad” a individuos que no poseen ningún tipo de “problemática”, en el sentido de pertenecer a una clase social aceptada, no poseer deficiencias, etc. El concepto de “normalidad” del que se parte es un artificio, algo creado por la misma sociedad y carente de certeza, no es real.

A partir de esta concepción arbitraria, el que se salga de la norma y no responda a los patrones establecidos es el “distinto”, el ”diferente”.

CONCEPTO DE DIAGNÓSTICO Y ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD: el autor critica el diagnóstico como que es la visión institucional de una escuela donde el concepto de diferencia y deficiencia lo sitúan en individuos que no responden a parámetros normales. Para ellos establecen categorías, grupos, etc. así por ejemplo, estarían por un lado los superdotados y en otros extremo los “deficientes”, entre ellos todas las gamas. Para ellos se establecen métodos específicos para iniciar los “procesos de socialización” (lo cual no es integración en modo alguno).

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